“ESCILA Y CABDIBIS”
“ESCILA Y CABDIBIS”
Autor: Dra. María Márquez
Docente Universidad Bolivariana de Venezuela. PFG Salud Pública
Esp. Psiquiatría Comunitaria/ Psicoterapia Dinámica
Se hace necesario un pronunciamiento en el área de la salud mental comunitaria y en virtud de los últimos acontecimientos a propósito de las elecciones presidenciales 2013.
Para referirnos a este momento histórico no podemos dejar de pensar en el conflicto mito-místico planteado por el inmenso dramaturgo griego Esopo en su obra Edipo Rey cuando plantea el dilema indisoluble de los marineros griegos que transitaban por el estrecho de Mesina con la incertidumbre de poder sortear las dificultades planteadas por los monstruos marinos Escila y Cabdibis.
Porque si bien para aquellos la prueba tenía la magnitud de cómo superar un reto inimaginable, los acontecimientos actuales en nuestro país adquieren un desafío incontestablemente comparable.
Esta coyuntura del hoy sin la asistencia que aquellos tenían de Ninfas, oráculos, esfinges y superdioses nos encara frente a circunstancias y alternativas de _al parecer_ insoslayables adversidades; que nos generan ambivalencias, inconsecuencias, dolor, inestabilidad, y a veces desesperanza.
La desaparición física de Hugo Chávez, un gigante de América, amenaza cual poderoso Tsunami con arrastrar implacable todo vestigio de conquista que su empeñosa obra nos legara, fuertes vientos de barbarie y sociopatia embaten inmisericordes sobre los más relevantes iconos de la revolución, hordas fascistoides, se solazan descargando efluvios de desolación sobre esos paradigmas de la justicia social.
Los vándalos actúan con zaña, con obstinación, con determinación y con muestra de eficacia destructiva ,propias de la devastación relámpago o guerras de rápidas consecuencias; no muestran temor en su insolente y soberbia depredación, se sienten por encima del bien o del mal y aparentan gozar de impunidad, en contraste preocupante con las respuestas timoratas, perplejas, cándidas e inadecuadas de un oficialismo que hasta ahora solo se ha mostrado preocupado porque el mundo sepa que “no vamos a caer en la provocación”, incentivando con este comportamiento el caos y para uno desprovisto de fueros ,testigo presencial del desastre se torna extremadamente inquietante esta polarización.
No importa que nombre lleva determinado polo, ambos pareciera que están actuando impulsivamente para provocar esa hecatombe desproporcionada que presagiaba Sófocles en su obra.
A todas luces la repercusión psicosocial derivada de este contexto político puede constituirse en factor predisposicional o desencadenante de patología psiquiátrica que discurre desde una simple crisis ansiosa hasta el desencadenamiento de una crisis psicótica dependiente de la condición predisposicional de cada individuo.
Por otra parte las posturas políticas contemplativas generaran mayor reforzamiento de la conducta psicosociopatica y además favorecerá posturas políticas psicopatológicas que no responden al sentido de la realidad sino a fueros instintivos e irracionales que terminaran inevitablemente en cuadros irreductibles de enfermedad mental.
Urgen medidas categóricas, seguras y eficaces en ambos polos para evitar la exposición colectiva sostenida a un ambiente enfermigeno, preservando así la salud mental comunitaria.
Finalizamos citando un fragmento de Lanz referido por el presidente Maduro en la inauguración del Hospital Cipriano Castro en el Estado Aragua: “ante la psicopatología política y perversa no se puede esperar dialogo, aceptación y disculpa” pues esto estaría alimentando esos comportamientos perversos.
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